Urban(eat)a: ¡promovemos el aprovechamiento alimentario en nuestros pueblos y ciudades!

Urban(eat)a: ¡promovemos el aprovechamiento alimentario en nuestros pueblos y ciudades!

El proyecto, que cuenta con la financiación de Economía Social, la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Trabajo y Economía Social, ha contado ya con la participación de 11 municipios y más de 300 voluntarios y voluntarias. Mediante acciones de espigado hemos logrado recuperar 4.337 kg de frutos urbanos comestibles y transformarlos en productos alimentarios.

Bajo el lema “Nuestras villas y ciudades están para comérselas”, impulsamos el proyecto Urban(eat)a que tiene como objetivo buscar nuevas formas para promover el aprovechamiento alimentario en los pueblos y ciudades a partir de los frutos de arbolado urbano.

Y es que, como ya habrá visto, las ciudades y los pueblos del territorio disponen de una serie de árboles productores de frutos, flores u otras partes comestibles. Ahora bien, no han sido plantados con esta finalidad principal sino con otros usos meramente decorativos, para el abastecimiento de sombra a la ciudadanía, y en el mejor de los casos, como refugios para la captación de dióxido de carbono y la fauna por hacer las ciudades más amigables.

Desde Espigoladors queremos poner en valor la parte comestible de los árboles urbanos haciendo que dejen de ser un residuo y se conviertan en un recurso. Además, aprovechar estos frutos, también es una posible solución a otras problemáticas asociadas como, por ejemplo, la caída de éstos en la calle.

Espigueo urbano de aceitunas en el municipio de Reus
Espigueo urbano de naranja amarga en el municipio de Torredembarra

De esta manera, y gracias a Urban(eat)a, podemos promover una bioeconomía circular a partir del aprovechamiento alimentario a la vez que movilizamos a la ciudadanía y entidades locales a participar de una actividad comunitaria, inclusiva y sostenible para acercarla las a la cultura del aprovechamiento.

Con esta iniciativa, queremos echar una mano a los municipios para promover este aprovechamiento de diversas formas:

  • A partir de espigueos urbanos que cuenten con la participación del vecindario y entidades del tejido social, según las necesidades de cada municipio.
  • Buscando opciones para transformar el producto recuperado y devolverlo a la ciudadanía y al municipio, ya sea el obrador de inserción laboral es im-perfect® o bien a través de obradores externos. Siempre, realizando las analíticas pertinentes en laboratorios en todos los productos antes y después de ser transformados.
  • Sensibilizando a partir de talleres en el aula o talleres de cocina de aprovechamiento. Para escuelas, entidades o abiertas a la ciudadanía.
  • Por último, ofreciendo un acompañamiento a los municipios para identificar y desarrollar las herramientas necesarias para impulsar nuevas propuestas (I+D) para aprovechar los frutos urbanos con una mirada de economía verde y circular.
Mermeladas institucionales de Sant Joan Despí y Canet de Mar creadas en el obrador de es im-perfect®
Taller de cocina de aprovechamiento con las naranjas amargas recuperadas durante el espigueo urbano en Viladecans

Urban(eat)a ya está en marcha y ya son 11 municipios los que han participado ya sea a través de espigueos en calles, plazas y patios o transformando los productos recuperados en mermelada institucional que ha vuelto al mismo municipio.

Ya hemos espigado un total de 398 árboles urbanos recuperando 4.337 kg de frutos urbanos comestibles, como naranjas amargas, limones y aceitunas, gracias a la participación de 312 voluntarios y voluntarias.

Por ahora, ya forman parte del proyecto el Ayuntamiento de Banyoles, el Ayuntamiento de Mataró, el Ayuntamiento de Torredembarra, el Ayuntamiento de Canet de Mar, el Ayuntamiento de Sant Joan Despí, el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat , el Ayuntamiento de Viladecans, el Ayuntamiento de Lleida, el Ayuntamiento de El Prat del Llobregat, el Ayuntamiento de Reus y el Ayuntamiento de Calonge.

¡Si eres un municipio y quieres promover el aprovechamiento alimentario de tus calles no lo dudes más y súmate a Urban(eat)a!

¿Eres un municipio y quieres formar parte del proyecto?

Webinario | Todo lo que siempre quisimos saber sobre la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicios Alimentarios

Webinario | Todo lo que siempre quisimos saber sobre la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicios Alimentarios

En enero del 2024 el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario. A pesar de que la iniciativa puede ser un gran avance para la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, el texto actual no recoge la visión de la agroecología y los sistemas alimentarios territorializados. Diversas entidades estamos trabajando para presentar alegaciones a la Ley e incluir esta perspectiva a lo largo de toda la cadena alimentaria.

Por eso, el próximo 29 de abril a las 12 horas, des del Consejo de Organizaciones Sociales de la Red de Municipios por la Agroecología organizamos el webinario «Todo lo que siempre quisimos saber sobre la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicios Alimentarios».

Los objetivos son:

  • Compartir el estado actual del proyecto de ley y visibilizar qué se está haciendo desde la agroecología y qué dudas, reivindicaciones surgen desde los sistemas alimentarios locales.  
  • Dar a conocer a los municipios y entidades sociales agroecológicas el estado actual del Proyecto de ley
  • Compartir las reivindicaciones desde las entidades sociales del COS
  • Conocer qué se está haciendo y cómo se valora el proyecto de ley desde los sistemas alimentarios locales, así como qué necesidades y oportunidades existen de cara al futuro. 

El programa:

  • Proyecto de ley de prevención de pérdidas y desperdicio. ¿Qué propone, en qué fase está? – Raquel Díaz Ruiz, Espigoladors; Paola Hernandez, Mensa Cívica
  • Reivindicaciones y puntos de mejora desde las entidades sociales. ¿Cómo podemos incorporar los municipios y la agroecología? – Raquel Díaz Ruiz, Espigoladors y Paola Hernandez, Mensa Cívica 
  • Panel de debate sistema alimentario local. ¿Qué se está haciendo ya?,¿Cómo se valora el proyecto de ley? ¿Qué aspectos serían importantes considerar?
    • Producción: ¿Qué se hace, cómo afectan las pérdidas y el desperdicio al sector primario agroecológico?– Guillermo Puerta Galván – Productor de hortaliza en Valladolid y Presidente de Vallaecolid.
    • Distribución: ¿Cómo se tiene en cuenta y qué va a influir la ley a los supermercados cooperativos? – Red de supermercados cooperativos, Fernando Navalón- secretario técnico de la Red.
    • Restauración colectiva: ¿Cómo se trabaja en los comedores escolares la prevención del desperdicio alimentario y cómo influye el proyecto de ley? – Cuinatur, Comedores Escolares Sostenibles – Felix Segarra, gerente. Valencia
    • Consumo: Representado a las personas consumidoras, ¿cómo se tiene en cuenta a la ciudadanía en el proyecto de ley? – Federación de Consumidores y Usuarios CECU –  Eduardo Montero.
    • Política local: El potencial de la compra pública. ¿Cómo una instrucción municipal puede favorecer la prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario? – Ayuntamiento de Barcelona. María Tarafa, sección de políticas alimentarias urbanas.
  • Turno de debate, preguntas 

Comunicado de apoyo

Comunicado de apoyo

Desde Espigoladors y es im-perfect, expresamos nuestro firme apoyo a las movilizaciones del campesinado en todo el territorio. Un sector que, lamentablemente, se enfrenta cada vez más a la precarización y la inminente desaparición.

Mediante el espigueo, hemos tenido la oportunidad de conocer de cerca vuestras luchas diarias y el compromiso con la tierra que cultiváis. En cada llamada de los agricultores y agricultoras que nos invitáis a espigar vuestros campos, descubrimos una historia que pone de manifiesto las incoherencias del modelo agroalimentario actual: criterios estéticos excesivamente estrictos que impiden dar salida a cultivos por los que se han dedicado tantos y tantos recursos humanos, económicos y naturales; precios escandalosamente por debajo de los costes de recolección, resultado de un mercado dominado por grandes cadenas de distribución y una dependencia del mercado global que debilita la soberanía alimentaria.

Es necesario poner fin a los abusos de la cadena alimentaria, garantizando precios justos que preserven la supervivencia del campesinado y dignifiquen el sector. Es hora de construir un futuro que sea posible para el pequeño y medio campesinado, y huir de un modelo dominado por las grandes empresas agroindustriales y las prácticas de producción de alto impacto ambiental.

También hay que construir nuevos imaginarios para avanzar hacia la transición agroecológica, apostando por modelos de producción que mantengan el equilibrio ecológico y sean resilientes ante la crisis climática.

Se requieren cambios estructurales para garantizar una alimentación saludable para todos y la sostenibilidad de las prácticas agrarias. Valoramos y defendemos al campesinado del territorio, un tesoro inestimable que no podemos permitirnos perder.

Acompañamos al Prat a caminar hacia un sistema alimentario justo, resiliente y sostenible

Acompañamos al Prat a caminar hacia un sistema alimentario justo, resiliente y sostenible

Bajo esta premisa impulsamos el proyecto Prat Alimenta para transformar la Estrategia Alimentaria del Prat del Llobregat.

¿De dónde venimos?

La alimentación es algo fundamental en nuestras vidas, necesitamos alimentarnos cada día y hacerlo de manera saludable para poder tener una vida plena y activa. La cadena agroalimentaria es la encargada de proporcionarnos la comida de la que nos alimentamos y sabemos que tiene un papel destacado en la actual crisis climática que estamos viviendo. Actualmente, esta cadena está muy globalizada provocando unas relaciones comerciales injustas para los productores y productoras, un uso intensivo del suelo y del agua, así como grandes desplazamientos de los alimentos que aumentan los gases de efecto invernadero emitidos. No sólo es necesario que la alimentación sea saludable sino también sostenible.

Es por ello que en 2015 varias ciudades de todo el mundo, entre ellas el Prat de Llobregat, firmaron el Pacto Milán para hacer constar su compromiso en el avance hacia sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados. La voluntad era organizar sus sistemas alimentarios urbanos a partir del marco de acción que se proponía, revisando sus políticas, planes y normas para adaptarlos a los principios que emanan del Pacto, involucrando en el proceso a todos los agentes del sistema alimentario.

Sesión de inicio del proceso participativo de la Estrategia Alimentaria del Prat del Llobregat (20 de abril del 2023)

El Prat de Llobregat es un municipio con una cultura, tradiciones y patrimonio históricamente arraigados con su entorno agrícola, así como con una estrecha vinculación territorial con el Parque Agrario del Baix Llobregat, el primer parque agrario de Cataluña.

En 2020 el Ayuntamiento de El Prat encargó una propuesta de estrategia agroalimentaria de la ciudad que sirviera para reorientar las líneas de acción municipales y potenciara las políticas alimentarias de la ciudad en clave de sostenibilidad y equidad. En El Prat lleva años trabajando en la generación de proyectos que integran y promueven los principios que recoge el Pacto de Milán, así como se ha apoyado a entidades que trabajan para promover un sistema alimentario más sostenible e inclusivo.

En 2022, con la financiación de la Fundación Daniel y Nina Carasso, pusimos en marcha el proyecto Prat Alimenta, para transformar la estrategia agroalimentaria de ciudad del Ayuntamiento en una estrategia que incluyera a los diferentes agentes del sistema agroalimentario pratense, en a través de la participación de las entidades y la ciudadanía, caminando así hacia la agroecología.

¿Cómo lo estamos haciendo?

Inicialmente, se hizo un trabajo interno desde Espigoladors donde se revisó y alineó la propuesta que había salido del proceso interdepartamental llevado a cabo durante 2020 con las principales estrategias alimentarias que existen en nuestro entorno, tanto en el ámbito de la ciudad como supramunicipales. Con esta información se elaboró ​​un primer borrador de estrategia.

A partir de abril de 2023 se inició un proceso para conocer el estado de la cadena agroalimentaria de El Prat. Desde entonces se ha llevado a cabo hasta 4 sesiones colectivas y se ha entrevistado individualmente a más de 15 entidades locales así como con los técnicos de los departamentos que se han considerado más prioritarios. A partir de estos contactos se ha modificado la estrategia alimentaria para incluir las visiones y proyectos que ya existen en El Prat. El proyecto de Prat Alimenta no tiene sentido si no recoge el bagaje de todo el trabajo que ya se ha realizado y que debe ser el punto de partida de todos los cambios que se puedan originar.

Sesión participativa de Prat Alimenta con agentes del sistema alimentario de El Prat del Llobregat (28 de noviembre del 2023)

Tampoco se ha dejado de lado el papel clave que la ciudadanía debe jugar en esta estrategia alimentaria. Para incluir su opinión se están llevando a cabo intervenciones participativas en diferentes puntos de El Prat con afluencia de población. Estas intervenciones quieren tener un doble papel: saber la opinión de la ciudadanía en algunos puntos clave y dar a conocer la estrategia alimentaria de cara a fomentar su participación.

Vam ser a la Fira Avícola per promoure la participació ciutadana de Prat Alimenta (3 de diciembre del 2023)

¡Seguimos avanzando!

Con el año 2024 llegan los mayores retos para el proyecto Prat Alimenta. Queremos que la estrategia alimentaria sea mucho más que un documento. ¿Cómo queremos hacerlo posible?

En primer lugar, publicaremos el documento de la estrategia en la web del ayuntamiento durante el mes de enero para que todos los ciudadanos que quieran puedan hacer comentarios y ayudarnos a mejorar.

Después, crearemos dos espacios de trabajo en el ámbito alimentario:

  • Un grupo interdepartamental en el Ayuntamiento para alinear las políticas que se están llevando a cabo en el ámbito alimentario desde los diferentes departamentos creando así sinergias y trabajando conjuntamente en este ámbito.
  • Grupos de trabajo de temáticas concretas con las entidades de El Prat para poder trabajar conjuntamente en proyectos específicos o en realizar formaciones a los agentes que lo necesiten. Queremos articular estos grupos de trabajo a partir de la Mesa por el Clima que existe en el municipio y que en breve se volverá a reactivar. En esta mesa también se podrá incorporar la voz de la ciudadanía así como hacer seguimiento de los resultados del proyecto.

Con todo este trabajo queremos que la estrategia alimentaria pueda ser el catalizador de todo lo que se está haciendo en el prado: consolidando aquellos proyectos que ya están pasando, dando un empujón a aquellos que apenas son una idea y analizando si es necesario incorporar nuevos proyectos que puedan ser de interés.

Desde Espigoladors afrontamos este nuevo año con muchas ganas de seguir caminando junto con el Ayuntamiento de El Prat, las entidades y la ciudadanía hacia un sistema alimentario municipal justo, resiliente y sostenible.

La magnitud de las pérdidas de cítricos: publicamos los primeros resultados del proyecto Zitroladors

La magnitud de las pérdidas de cítricos: publicamos los primeros resultados del proyecto Zitroladors

El Proyecto Zitroladors, que impulsamos de la mano de WWF y financiado por el Ministerio de Transición Ecológica, que ha contado con la colaboración de productores de cítricos, pretende conocer la magnitud de las pérdidas de cítricos en campo, analizar sus causas y proponer soluciones para minimizarlas y luchar contra el cambio climático.

En la actualidad, estudios en esta materia como el de “Driven to Waste: The Global Impact of Food Loss and Waste on Farms” de WWF UK (2021), demuestran que entre un 33 y un 40 % de los alimentos que se producen en el planeta acaban descartados a lo largo de la cadena agroalimentaria, incluso tirados a vertederos. Además, estas pérdidas y desperdicio de alimentos implican el despilfarro de 250 kilómetros cúbicos anuales de agua -equivalente a la cantidad que vierte al mar anualmente el río Volga- y 3,3 gigatoneladas de CO2 de emisiones de gases efecto invernadero al año- una huella de carbono superior a la de todos los países del planeta, salvo Estados Unidos y China-, que agravan aún más la emergencia climática.

Por estos motivos, es urgente implementar acciones que permitan atajar de raíz las pérdidas y el desperdicio alimentario en un planeta donde más de 800 millones de personas pasan hambre cada día. Se trata de una problemática que afecta negativamente a la sociedad y al medio ambiente, y que debe estudiarse y prevenirse durante todas las fases de la cadena agroalimentaria.

Por el momento, las pérdidas alimentarias que se producen en el campo han sido las menos estudiadas de toda la cadena agroalimentaria. Este desconocimiento del problema en esta fase de la cadena, podría suponer una subestimación tanto de sus dimensiones reales como de sus impactos derivados, al medir más “lo que se piensa que se tira” que “lo que realmente se tira”.

Proyecto Zitroladors: pérdidas de cítricos en el campo, cuantificación y soluciones para la adaptación al cambio climática

El proyecto Zitroladors, que dirigimos junto a WWF España y que está financiado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, se ha desarrollado durante el último semestre en fincas citrícolas seleccionadas de Andalucía y Cataluña.

La cuantificación de estas pérdidas se ha centrado, no solo en el conocimiento de la magnitud del problema, sino también se ha ahondando en la identificación de las causas que lo provocan y en consensuar medidas que ayuden a reducir estas pérdidas alimentarias.

Para ello se ha aplicado la metodología de cuantificación de las pérdidas alimentarias en campo, que se está diseñando dentro del proyecto europeo FOLOU, basada en la recopilación de datos a través de técnicas cualitativas y cuantitativas. Esta metodología ha sido además validada por agricultores y representantes del sector de los cítricos en nuestra tierra. Este proceso de medición, nos confirma que no ha supuesto ninguna alteración de las labores diarias de cosecha de cítricos que se tenían planificadas, tanto en la fase de pre-cosecha como en cosecha.

Una avance de los resultados del proyecto permite señalar que, en el caso de las mandarinas, los volúmenes que se pierden en pre-cosecha son mínimos, llegan a 492 gramos por árbol, lo que equivale a un índice de pérdidas del 0,61%. Casi la mitad de estas pérdidas se consideran comestibles, pero no vendibles (46%), y si le sumamos las vendibles, se alcanza el 62% de las mandarinas descartadas de su comercialización y dejadas en campo.

Generalizando los cálculos para el conjunto de las explotaciones, se detectaría que antes de la cosecha ya se dejan 3.444 kilos de mandarinas en campo, de los que al menos una cuarta parte serían comestibles y con potencial a ser vendidas en fresco.

En el caso de las naranjas las cifras extraídas son  superiores en pre-cosecha, donde se ha calculado una cifra media de 2.5 kilos descartados por árbol. De esta cantidad, el 37% corresponde a naranjas comestibles. Si se multiplican esas ratios por el número de árboles de las parcelas analizadas, se tendrían unas pérdidas de pre-cosecha de 21.726 kilos por explotación tipo.

Ahondando sobre las causas futuras de las pérdidas, los productores señalan los efectos de la crisis climática.  Por una mayor producción de frutas con calibres más bajos en los próximos años debido a los mayores episodios de sequía que se esperan. Esta casuística genera a su vez un doble efecto:

  • Una mayor competencia con otros países donde sí se podría producir la fruta con el actual calibre, que podría desplazar del mercado a la producción nacional/local, con los efectos negativos que conllevaría.
  • Menor rentabilidad de las producciones de cítricos, al encontrarse con una alta oferta de fruta más pequeña, y con unos costes crecientes, que podrían desincentivar en muchos casos la propia cosecha de la fruta.
  • Los efectos del cambio climático también pueden llevar asociados una mayor aparición de plagas y enfermedades, tanto de las actuales, que podrían ser más acusadas, como especialmente nuevas plagas, siendo algunas de ellas mucho más dañinas que las actualmente tratadas.

Soluciones:

  • Las soluciones coincidentes se encuentran especialmente en la necesidad de concienciación del consumidor para fomentar el consumo de productos de ámbito local, independientemente de su forma o tamaño.
  • Esta sensibilización debe dirigirse también a los supermercados, lugares donde compra la mayoría de la población, para asegurar la presencia de frutas y verduras de producción locales entre la oferta en sus lineales, y que este origen quede perfectamente visible para todos.

También deben ponerse de relieve los desequilibrios actuales de poder dentro de la cadena, que tiene efectos negativos en la producción primaria donde, de manera indirecta, se está instando a los agricultores/as a producir grandes cantidades, asumiendo que parte de ellos se descartarán en muchos casos por estética.

Evitar las pérdidas y el desperdicio alimentario, uno de los grandes retos pendientes del sistema alimentario español  

Uno de los grandes retos globales es evitar las pérdidas y el desperdicio alimentario, y también para nuestro país, por ello, ambas entidades como miembros del colectivo #LeysinDesperdicio, reclaman al Gobierno la aprobación definitiva de la ley de pérdidas y desperdicio alimentario y se pueda seguir avanzando en la resolución de este problema.


Firmamos un convenio de colaboración con la Agrupación de Defensa Vegetal de la Huerta Protegida del campo de Tarragona

Firmamos un convenio de colaboración con la Agrupación de Defensa Vegetal de la Huerta Protegida del campo de Tarragona

El convenio, con una vigencia de un año, nace con el objetivo de promover la colaboración entre ambas entidades, fomentando el despilfarro con las diversas personas socias de la ADV de la Huerta Protegida del campo de Tarragona.

Desde Espigoladors, hemos firmado con la Agrupación de Defensa Vegetal (ADV) de la Huerta Protegida del Camp de Tarragona un convenio de colaboración para el año 2024.

El objetivo principal es poder potenciar y fomentar entre los asociados de la ADV el hecho de trabajar conjuntamente y en red para llevar a cabo actividades de recogida, espigada o redistribución de las mermas o excedentes descartadas del circuito comercial.

Daniel, responsable de la delegación de Espigoladores en el campo de Tarragona y Ton Crusells de la ADV de la Huerta Protegida del campo de Tarragona durante la firma del convenio

Algunas de las personas productoras socias de la Agrupació ya habían colaborado previamente con nosotros. La voluntad, a partir de ahora, es poder hacer extensivas estas participaciones a todas las personas miembros.

Todas las actividades de recuperación y espigueo se llevarán a cabo de manera completamente clara y transparente para poder tener en cuenta, siempre, la voluntad del productor o productora y resolver las dudas e inquietudes que puedan surgir en torno a esta actividad. Además, nos comprometemos a destinar el 100% del producto recuperado a entidades sociales y servicios de distribución de alimentos, impulsando de esta forma el derecho a una alimentación saludable y sostenible al alcance de toda la población.

La Agrupación de Defensa Vegetal de la Huerta Protegida del campo de Tarragona acaba de cumplir treinta años de actividad consolidándose así como una de las más antiguas de nuestro territorio. Se constituyó en 1993 y desde sus inicios ha apostado firmemente por aplicar la producción integrada en sus cultivos. Está formada por 27 personas socias y, a partir de ahora, colaboraremos juntas para poder luchar conjuntamente contra la problemática de las pérdidas y el desperdicio alimentario.

Voluntaria de Espigoladors durante un espigueo en un campo de cítricos de Amposta



¡Un año cargado de nuevos retos, proyectos y mucha ilusión!

¡Un año cargado de nuevos retos, proyectos y mucha ilusión!

Un 2023 donde hemos querido dar grandes pasos para avanzar hacia nuevos modelos alimentarios que promuevan el aprovechamiento alimentario y una garantía real del derecho a la alimentación saludable y sostenible.

¿Cómo lo hemos hecho?

Viajando al Senegal para denunciar los impactos sociales y ambientales de las pérdidas y el desperdicio alimentario durante la producción y distribución de cultivos para la exportación a países del Norte Global. Proyecto que nos ha permitido también visibilizar vulneraciones de derechos y el alto coste ecológico del sistema alimentario imperante para los países del Sur Global.

Luchando por una ley estatal de las pérdidas y el desperdicio alimentario que realmente sea valiente y transformadora que incluya el espigamiento y fomente la prevención de la problemática. También, hemos traspasado fronteras sumándonos a proyectos europeos para que el desperdicio y la problemática de las pérdidas y el desperdicio alimentario lleguen mucho más allá. Gracias a iniciativas como Folou o Cultivate hemos podido empezar a trabajar por conseguir definiciones y herramientas globales y tejer redes con otras entidades europeas.

Promoviendo la cocina de aprovechamiento como vehículo de construcción colectiva de saberes que permite crear puentes entre culturas y generaciones. También es clave para construir entornos de empoderamiento donde compartir conocimientos e inquietudes en torno a la alimentación sostenible. Conceptos que también hemos desarrollado en el marco de los comedores escolares, impulsando procesos de formación y capacitación de los agentes educativos y de los equipos de cocina y gerencia para reducir este desperdicio. También, realizando cuantificaciones en estos espacios y ayudando a las escuelas a promover acciones para prevenir la problemática.

Acercando a la ciudadanía ya personas usuarias de entidades sociales a los campos para espigar por el aprovechamiento alimentario y dar valor a la labor de nuestro campesinado.

¡Espigueos que nos han permitido dar una segunda oportunidad a kilos y kilos de alimentos 100% comestibles, de temporada, de calidad y muy imperfectos!

También, impulsando la delegación de las Tierras de Lleida, realizando las primeras espigadas y empezando a desarrollar una red de voluntariado, campesinado y entidades comprometidas.

Estrenándonos con nuevos alimentos para espigar. Por primera vez, hemos dado una segunda oportunidad a almendras y hemos impulsado espigueos urbanos para recuperar aceitunas y transformarlas en aceite para entidades sociales.

Embarcándonos en nuevas aventuras como es el nuevo obrador de es im-perfect que nos permite dar un paso gigante para construir un nuevo futuro con más espacio que nunca para que personas bonitas puedan transformar en conservas buenísimas frutas y verduras imperfectas.

Tomar conciencia, sensibilizar, generar conocimiento y, sobre todo, actuar, son verbos que definen lo que nos mueve como entidad y que creemos claves para transitar hacia estos nuevos imaginarios de futuro.

Nos espera un 2024 emocionante. Espigoladores cumplimos 10 años y tenemos muchas ganas de seguir explorando nuevas vías transformadoras para poder luchar contra las pérdidas y el desperdicio alimentario en todas sus expresiones y por un derecho a la alimentación al alcance de todos.

¡Gracias a nuestro voluntariado, al campesinado del territorio, a las entidades sociales, a los agentes educativos, organizaciones y colectivos que día tras día hagan posible nuestra labor!


Aprovechamos los alimentos con todas y para todas

Aprovechamos los alimentos con todas y para todas

Más de 170 personas han participado en talleres de cocina de aprovechamiento y talleres de sensibilización en un proyecto que busca impulsar la cultura del aprovechamiento alimenticio entre personas en situación de vulnerabilidad.

De acuerdo con el estudio «La exclusión social en el ámbito alimentario» de la Diputación de Barcelona, ​​existe una relación entre los recursos económicos y la alimentación.

Este mismo estudio pone de manifiesto que las nuevas generaciones de entre 18 y 65 años cada vez dedican menos tiempo a la cocina y han perdido el hábito de comer en familia. Por tanto, la dimensión social y comunitaria de la alimentación, y las recetas y las dietas tradicionales se están perdiendo en pro de la cocina rápida y/o los alimentos precocinados.

Con esta premisa impulsamos el proyecto «Aprovechamos los alimentos con todas y para todas» con el apoyo del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya.

Personas usuarias de Cáritas Tarragona durante un taller de cocina de aprovechamiento

En muchas ocasiones, las personas usuarias de los Servicios de Distribución de Alimentos, reciben en mayor parte canalizaciones de conservas, lácteos o productos secos como pastas, legumbre y arroces. Esto hace que exista una poca presencia de fruta y verdura fresca a causa de las dificultades logísticas que genera su gestión, y de las pocas donaciones que reciben de estos productos.

A veces, incluso, cuando reciben canalizaciones de alimentos frescos, reciben mucha cantidad de un solo producto y la falta de conocimiento o tiempo puede hacer que no tengan las herramientas para saber cómo conservarlo.

Todos estos aspectos tienen una estrecha relación con el desperdicio alimentario doméstico.

Para evitar esta problemática, es necesario emprender, entre otros aspectos, acciones de sensibilización y formación, fomentando un cambio de hábitos que prevenga los efectos de las causas principales de la generación de este desperdicio como pueden ser: una mala planificación de las compras, una mala conservación de los alimentos, una carencia de aprovechamiento de los restos alimenticios, un desconocimiento de la cocina de aprovechamiento, etc, tal y como propone este proyecto.

Personas usuarias de Cáritas Tarragona durante un taller de cocina de aprovechamiento

La iniciativa ha buscado contribuir a mejorar esta situación a través de la realización de un total de 15 talleres de sensibilización y de cocina de aprovechamiento dirigidos principalmente a personas receptoras de alimentos de SDA, pero también a personas pertenecientes a otras empresas. lectivos vulnerabilidades.

Hemos contado con la participación de entidades del Baix Llobregat; Cruz Roja Viladecans, El Rebost, Fundación Áurea y Banco de recursos – Puente alimentario y la Fundación Trab.or. Y con otras 5 entidades del Camp de Tarragona: SPAAI (Fundación Diagrama), Cáritas Altafulla, Fundación Aprodisca, Fundación Santa Teresa y Fundación Pere Mata.

Por último, han participado un total de 170 personas.

Durante los talleres de sensibilización, hemos viajado entre las cifras de las pérdidas y el desperdicio alimentario para ponerle cara y ojos a una problemática muy real y consecuencia del sistema agroalimentario actual insostenible. También hemos podido trabajar la importancia y el valor de la alimentación para nuestra salud y la del planeta. Lo hemos hecho a partir de diversas herramientas didácticas como la dinámica de “El camino de mi alimentación” que permite, justamente, reflexionar sobre lo anteriormente mencionado.

Personas usuarias y voluntarias de la Fundación Pere Mata durante un taller de sensibilización
Dinámica de un taller de sensibilización

Los talleres de cocina, por otra parte, nos han permitido compartir las herramientas necesarias para poder aprovechar al máximo los alimentos de los que disponemos y descubrir los trucos para trabajar en torno a una cocina eficiente que nos permita ahorrar recursos energéticos. Hemos preparado con los diversos grupos recetas como panqueques de plátano maduro., pizzas de restos, hamburguesas de garbanzos, entre otros.

Persones usuàries de la Fundació Santa Teresa durant un taller de cuina d’aprofitament

Un aspecto que hemos querido destacar y trabajar es el de la participación. Con el fin de conseguir que las personas usuarias pudieran formar parte de forma activa del taller, hemos querido crear espacios de intercambio en los que todas y cada una de las personas han podido compartir las recetas y conocimientos propios. Así pues, hemos puesto en valor las herencias culinarias de cada una de ellas y hemos hablado del derecho a la alimentación de una forma culturalmente adecuada.

También, hemos reforzado el empoderamiento mediante la puesta en contacto de las participantes con otras vecinas de sus zonas, lo que permite que tejen sus propias redes de apoyo.

Un proyecto que nos ha permitido compartir tiempo, aprovechamiento y conocimientos, descubrir nuevos trucos que no sabíamos y crear entornos seguros para todos y todas.

Un agradecimiento especial a todas las entidades participantes que tiene ganas de formar parte de proyectos como estos y promover el derecho a la alimentación al alcance de toda la población.

Personas usuarias de la Fundación Pere Mata durante un taller de cocina de aprovechamiento

Trabajo comunitario para el aprovechamiento alimentario

Trabajo comunitario para el aprovechamiento alimentario

Más de 170 personas usuarias de entidades sociales y servicios de distribución de alimentos participan en espigueos y talleres de cocina para promover la cohesión social y la generación de redes de apoyo mutuo.

Por tercer año consecutivo hemos impulsado el proyecto “Cuina d’espigolament: una oportunitat pel treball comunitari” (“Cocina de espigueo: una oportunidad para el trabajo comunitario”), con el apoyo de la Diputación de Barcelona.

Una iniciativa que tiene como objetivo promover la alimentación saludable y sostenible y el espigueo entre las personas usuarias de servicios de distribución de alimentos, así como entre sus voluntarias. Este año, hemos contado con la participación de cinco entidades de la provincia de Barcelona: Botiga d’Aliments Solidaris de Sant Boi, PAC Badalona, El Rebost de Terrassa, La Botiga del Prat del Llobregat i el Xiprer.

Personas usuarias y voluntarias de la entidad El Rebost de Terrassa durante un espigueo de manzanas

Gracias a este programa, entre los meses de septiembre y diciembre, hemos podido acercar a personas usuarias de diversas entidades a los campos y cocinas para poder utilizar estas actividades como herramientas de trabajo comunitario, promoviendo la cohesión social y la generación de redes de apoyo mutuo.

Un centenar de personas usuarias y voluntarias de las diferentes entidades han venido a los campos para dar una segunda oportunidad a un total de 3.691 kg de frutas y verduras excluidas del circuito comercial por sus imperfecciones: manzanas, rábanos, berenjenas, tomates y pimientos son algunos de los cultivos protagonistas de los espigueos. Gracias a esta actividad, promovemos la participación activa de colectivos en situación de riesgo de vulnerabilidad a la hora de acceder a productos saludables, de proximidad y de temporada.

El espigueo, también, nos permite que las personas participantes se familiaricen con las zonas agrícolas del territorio, conociendo la labor que realiza nuestro campesinado e implicándose en la cultura del aprovechamiento.

Personas usuarias y voluntarias de la entidad PAC Badalona durante un espigueo de rábanos
Personas usuarias y voluntarias de Aliments Solidaris de Sant Boi durante un espigueo de berenjenas

Durante los talleres de cocina nos han acompañado 70 personas. Espacios donde hemos podido compartir recetas de aprovechamiento como nuestros conocidos pancakes de plátano maduro o nuestra boloñesa de lentejas. También, hemos podido intercambiar trucos y conocimientos que cada una de las personas sabía, haciendo crecer nuestro recetario personal. Así, hemos creado entornos seguros para todos y todas demostrando que la cocina de aprovechamiento es una herramienta que nos permite promover la cohesión y el empoderamiento compartiendo saberes e inquietudes en torno a la alimentación sostenible.

Personas usuarias y voluntarias de la entidad Aliments Solidaris de Sant Boi durante un taller de cocina de aprovechamiento

Un agradecimiento especial a todas las entidades participantes por sus ganas de aprender cada día más y hacer que proyectos como estos tomen todo el sentido del mundo.

Botiga d’Aliments Solidaris de Sant Boi, PAC Badalona, El Rebost, La Botiga del Prat del Llobregat i el Xiprer.

Persones usuàries i voluntàries de la Botiga del Prat del Llobregat durant una espigolada de pebrots
Persones usuàries i voluntàries de l’entitat El Xiprer durant un taller de cuina d’aprofitament

Estamos al límite: por qué reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es necesario para que el sistema agroalimentario se mantenga dentro de los límites planetarios.

Estamos al límite: por qué reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es necesario para que el sistema agroalimentario se mantenga dentro de los límites planetarios.

Hoy, Día Internacional contra el Cambio Climático, destacamos la urgencia de reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos y los impactos ambientales asociados en un contexto en el que se han superado seis de los nueve límites planetarios para la habitabilidad y la estabilidad de la Tierra.

El sistema agroalimentario globalizado e industrializado desperdicia cada año 1.300.000 toneladas de alimentos aptos para el consumo humano, una cifra equivalente a un tercio de lo que se produce en el mundo (FAO, 2011) y que aumenta con cada nuevo estudio que se realiza sobre esta problemática.

Las causes de las pérdidas y el desperdicio de alimentos (PDA) tienen su raíz principalmente en un modelo de producción y consumo de alimentos totalmente desconectado de los límites ecológicos que fomenta, entre otros, la obtención de la máxima producción al mínimo coste o la imposición de estrictos requisitos estéticos que impiden la comercialización de muchas cosechas. Como sociedad, hemos perdido la conciencia del valor de los alimentos, una situación también provocada por la desconexión con la tierra, el territorio y el trabajo de los agricultores.

Detrás de los miles de toneladas de alimentos descartados se esconde un impacto ambiental de grandes dimensiones (FAO, 2013). Cuando se desperdicia un alimento, todos los elementos utilizados en su producción, tales como el agua, el suelo y la energía, también se convierten en residuos, además de generar inútilmente emisiones de gases de efecto invernadero.

Un impacto ambiental que desafía los límites planetarios para la estabilidad y habitabilidad de la Tierra, de los cuales, según los últimos informes publicados, ya se han superado seis. Cinco de ellos tienen una relación directa con el impacto de las pérdidas y el desperdicio de alimentos:

  • Cambio climático: si las PDA a nivel global fueran un país, sería el tercero en emisiones de CO2 de todo el planeta, siendo responsables del 8% de las emisiones a nivel global. Según un informe del proyecto Drawdown (2020),la reducción de este 8% de gases de efecto invernadero mantendría el calentamiento global por debajo de los 2 grados, como se establece en el Acuerdo de París. Por este motivo, la reducción de las PDA se plantea como una de las soluciones más efectivas para combatir los efectos del cambio climático.
  • Pérdida de biodiversidad: aumentando la degradación de hábitats y ecosistemas y la pérdida de biodiversidad debido al uso de tierras agrícolas para cultivar alimentos que en último término no se consumirán.
  • Cambio en el uso de la tierra: el 28% de las tierras agrícolas disponibles en el planeta se utilizan para producir alimentos que terminan siendo desperdiciados o malgastados. Esto equivale a 1.400 millones de hectáreas de tierra agrícola, equivalentes a la superficie de Rusia o 24 veces a la Península Ibérica.
  • Uso de agua dulce: las PDA implican el desperdicio de 250 km3 de agua al año, una cifra equivalente a cien millones de piscinas olímpicas o el caudal anual del río Volga.  
  • Contaminación bioquímica: los alimentos arrojados en vertederos se descomponen y producen metano que, además de contribuir al cambio climático, puede filtrarse en fuentes de agua cercanas y contaminarlas. El uso de fertilizantes y pesticidas en los cultivos también acelera la degradación del suelo.

Si el sistema agroalimentario es responsable de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, es aún más alarmante que, en un contexto de crisis climática, se agoten los recursos naturales para producir alimentos que nunca llegarán a un plato. A esto se suma la inversión desperdiciada de recursos humanos y económicos, así como la paradoja ética de que esta problemática coexista con altos índices de inseguridad alimentaria a nivel mundial.

Es esencial, ahora más que nunca, centrarse en la transición hacia un sistema alimentario que haga efectivo el derecho fundamental a una alimentación saludable dentro de los límites ecológicos del planeta. En este contexto, la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos debe convertirse en un objetivo clave e innegociable.

Las soluciones implican transformaciones a nivel social, colectivo e individual: poner en el centro el valor nutricional y cultural de los alimentos, generar cambios en nuestros patrones de alimentación y consumo, defender el trabajo de los agricultores y recuperar la cultura del aprovechamiento de alimentos, así como la transmisión generacional de conocimientos culinarios son algunos aspectos clave. Al mismo tiempo, es necesario aumentar el conocimiento sobre el problema para proporcionar un análisis en profundidad sobre las causas y los volúmenes de las PDA que se producen a lo largo de la cadena, y también abogar por acciones políticas ambiciosas que estén a la altura del problema y lo aborden desde la raíz.