Sensibilizamos sobre las pérdidas y el desperdicio alimentario a la ciudadanía del Prat del Llobregat
Un año más, impulsamos talleres educativos, Servicios Comunitarios, talleres de cocina y formaciones sobre la problemática con el apoyo del Ayuntamiento de El Prat.
Este 2024, desde la Fundación Espigoladors, hemos estado trabajando las pérdidas y el desperdicio alimentario con niños, jóvenes y entidades del Prat del Llobregat desde diversas disciplinas.
Un proyecto que nos ha permitido acercar la cultura del aprovechamiento alimentario y descubrir los impactos del modelo agroalimentario actual de una manera dinámica, divertida y, también, pasando a la acción.
Talleres educatvos #elmenjarnoesllença («La comida no se tira»):
En el marco de la iniciativa hemos visitado 10 centros educativos de El Prat del Llobregat donde hemos realizado en total 21 talleres. Todo ello con el objetivo de reflexionar sobre las pérdidas y el desperdicio alimentario, sus causas y consecuencias, prestando especial atención a los criterios estéticos que excluyen frutas y verduras imperfectas del mercado. A través de juegos, actividades creativas y mensajes transformadores, el alumnado ha ido descubriendo el valor de estos alimentos y motivándose a compartir lo aprendido con su entorno.
Nos hemos divertido y hemos reído mucho, pero también nos hemos hecho promesas: nos ha sorprendido tanto la comida que se tira, que hemos decidido que a partir de ahora probaremos los alimentos que no nos gustan, para no tirarlos ni en el comedor de la escuela ni casa.
Han participado de los talleres las escuelas: Col·legi Nostra Senyora del Mar – García Lorca, Escola Galileo Galilei, Institut Escola del Prat, Escola EF Can Rigol, Col·legi Mare de Déu del Carme, Escola Jaume Balmes, Escola Charles Darwin, Escola Ramón Llull, Escola Bernat Metge i Escola Josep Tarradellas.


Proyectos de Servicio Comunitario para secundaria:
También, hemos trabajado con el Instituto Salvador Dalí y el Instituto Les Salines impulsando un Servicio Comunitario en relación a la prevención del desperdicio alimentario y el derecho a la alimentación. Un formato que nos permite que el alumnado adquiera conocimientos y capacidades y, al mismo tiempo, desarrolle un servicio real en beneficio de su comunidad. En ese contexto, se establecen nuevas relaciones de colaboración entre centros educativos, entidades e instituciones.
Por un lado, el alumnado del Instituto Les Salines de 2º curso del IFE de Auxiliar en Cuidado de Animales y Espacios Verdes, después de tomar conciencia sobre las pérdidas y el desperdicio alimentario durante las primeras sesiones, decidió pasar a la acción espigando los limones del patio del Ayuntamiento de El Prat. Un espigueo donde observaron la diversidad de maduración, formas, tamaños y colores que pueden tener los limones. Kilos y kilos que se hubiesen descartado pese a ser 100% aprovechables. Después, las transformamos en limonada en la cocina del Centro Cívico donde, además, dejamos limones y recetas con consejos prácticos en el mural colaborativo para que, quien quisiera, asumiera el reto de hacer limonada.
Por otra parte, el alumnado del Instituto Salvador Dalí también trabajó en profundidad la problemática. Una vez adquiridos los conocimientos, estuvieron reflexionando y valorando sobre cuál era la mejor forma de actuar e implicar al resto de compañeros en la lucha contra esta problemática.
A través de un taller de cocina de aprovechamiento, el alumnado elaboró recetas con plátanos maduros, como batidos, crepes y bizcocho, para poner en valor este alimento que a menudo desaprovechamos. Además, diseñaron un cartel informativo para compartir sus aprendizajes con el resto del Instituto, que colgaron en distintos espacios del centro.
También crearon un tríptico con las recetas y consejos de aprovechamiento, e información clave que habían aprendido a lo largo de las primeras sesiones. Este material, pensado para concienciar y promover hábitos de consumo y cocina más conscientes, se repartió entre sus compañeros y compañeras del Instituto y el profesorado, con el objetivo de extender los aprendizajes a toda la comunidad educativa e inspirar a más personas a sumarse a la acción por el aprovechamiento alimentario.




Formación a agentes educativos:
La alimentación es un aspecto holístico de la vida de las personas. Por eso, desde Espigoladors creemos en el poder educativo y transformador de los espacios “no formales” como, por ejemplo, el espacio mediodía. Por eso, este año hemos realizado dos formaciones con el equipo de monitores y monitoras del Instituto Escuela Pepa Colomer y de la Escuela Charles Darwin.
El objetivo ha sido acompañar a los espacios mediodía para diseñar actividades que puedan tener un impacto en el centro educativo y en las familias hacia el aprovechamiento alimentario. También, se ha capacitado al personal de mediodía, en términos de reducción del desperdicio post-consumo. Todo ello, para convertir los equipos de monitorización y los niños y jóvenes de la escuela en agentes multiplicadores hacia la sensibilización de las pérdidas y el desperdicio.


Formación de cocina de aprovechamiento para entidades:
Uno de nuestros objetivos como entidad es sensibilizar a todas las personas para que pasen a la acción por el aprovechamiento alimentario. Así, sumando las pequeñas acciones particulares, podremos conseguir un gran cambio hacia la sostenibilidad ambiental y justicia social. En este contexto, hemos impulsado 3 talleres de cocina con las entidades Saó Prat y Fundació Rubricatus para compartir conocimientos sobre cómo dar una segunda oportunidad a los restos que se generan en la cocina.
De esta forma hemos podido promover el empoderamiento de las familias participantes del municipio, haciéndolas conscientes sobre el poder transformador de nuestros hábitos y cómo desde la dimensión cotidiana y local, podemos dar soluciones a un reto global.

Paralelamente hemos realizado entre junio y diciembre de 2024, 8 espigueos en terrenos de este municipio impulsando acciones de voluntariado con beneficio ambiental y social.
Desde Espigoladors nos alegramos de seguir formando parte, un año más, de la implicación del Prat de Llobregat para reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario.