La magnitud de las pérdidas de cítricos: publicamos los primeros resultados del proyecto Zitroladors

La magnitud de las pérdidas de cítricos: publicamos los primeros resultados del proyecto Zitroladors

El Proyecto Zitroladors, que impulsamos de la mano de WWF y financiado por el Ministerio de Transición Ecológica, que ha contado con la colaboración de productores de cítricos, pretende conocer la magnitud de las pérdidas de cítricos en campo, analizar sus causas y proponer soluciones para minimizarlas y luchar contra el cambio climático.

En la actualidad, estudios en esta materia como el de “Driven to Waste: The Global Impact of Food Loss and Waste on Farms” de WWF UK (2021), demuestran que entre un 33 y un 40 % de los alimentos que se producen en el planeta acaban descartados a lo largo de la cadena agroalimentaria, incluso tirados a vertederos. Además, estas pérdidas y desperdicio de alimentos implican el despilfarro de 250 kilómetros cúbicos anuales de agua -equivalente a la cantidad que vierte al mar anualmente el río Volga- y 3,3 gigatoneladas de CO2 de emisiones de gases efecto invernadero al año- una huella de carbono superior a la de todos los países del planeta, salvo Estados Unidos y China-, que agravan aún más la emergencia climática.

Por estos motivos, es urgente implementar acciones que permitan atajar de raíz las pérdidas y el desperdicio alimentario en un planeta donde más de 800 millones de personas pasan hambre cada día. Se trata de una problemática que afecta negativamente a la sociedad y al medio ambiente, y que debe estudiarse y prevenirse durante todas las fases de la cadena agroalimentaria.

Por el momento, las pérdidas alimentarias que se producen en el campo han sido las menos estudiadas de toda la cadena agroalimentaria. Este desconocimiento del problema en esta fase de la cadena, podría suponer una subestimación tanto de sus dimensiones reales como de sus impactos derivados, al medir más “lo que se piensa que se tira” que “lo que realmente se tira”.

Proyecto Zitroladors: pérdidas de cítricos en el campo, cuantificación y soluciones para la adaptación al cambio climática

El proyecto Zitroladors, que dirigimos junto a WWF España y que está financiado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, se ha desarrollado durante el último semestre en fincas citrícolas seleccionadas de Andalucía y Cataluña.

La cuantificación de estas pérdidas se ha centrado, no solo en el conocimiento de la magnitud del problema, sino también se ha ahondando en la identificación de las causas que lo provocan y en consensuar medidas que ayuden a reducir estas pérdidas alimentarias.

Para ello se ha aplicado la metodología de cuantificación de las pérdidas alimentarias en campo, que se está diseñando dentro del proyecto europeo FOLOU, basada en la recopilación de datos a través de técnicas cualitativas y cuantitativas. Esta metodología ha sido además validada por agricultores y representantes del sector de los cítricos en nuestra tierra. Este proceso de medición, nos confirma que no ha supuesto ninguna alteración de las labores diarias de cosecha de cítricos que se tenían planificadas, tanto en la fase de pre-cosecha como en cosecha.

Una avance de los resultados del proyecto permite señalar que, en el caso de las mandarinas, los volúmenes que se pierden en pre-cosecha son mínimos, llegan a 492 gramos por árbol, lo que equivale a un índice de pérdidas del 0,61%. Casi la mitad de estas pérdidas se consideran comestibles, pero no vendibles (46%), y si le sumamos las vendibles, se alcanza el 62% de las mandarinas descartadas de su comercialización y dejadas en campo.

Generalizando los cálculos para el conjunto de las explotaciones, se detectaría que antes de la cosecha ya se dejan 3.444 kilos de mandarinas en campo, de los que al menos una cuarta parte serían comestibles y con potencial a ser vendidas en fresco.

En el caso de las naranjas las cifras extraídas son  superiores en pre-cosecha, donde se ha calculado una cifra media de 2.5 kilos descartados por árbol. De esta cantidad, el 37% corresponde a naranjas comestibles. Si se multiplican esas ratios por el número de árboles de las parcelas analizadas, se tendrían unas pérdidas de pre-cosecha de 21.726 kilos por explotación tipo.

Ahondando sobre las causas futuras de las pérdidas, los productores señalan los efectos de la crisis climática.  Por una mayor producción de frutas con calibres más bajos en los próximos años debido a los mayores episodios de sequía que se esperan. Esta casuística genera a su vez un doble efecto:

  • Una mayor competencia con otros países donde sí se podría producir la fruta con el actual calibre, que podría desplazar del mercado a la producción nacional/local, con los efectos negativos que conllevaría.
  • Menor rentabilidad de las producciones de cítricos, al encontrarse con una alta oferta de fruta más pequeña, y con unos costes crecientes, que podrían desincentivar en muchos casos la propia cosecha de la fruta.
  • Los efectos del cambio climático también pueden llevar asociados una mayor aparición de plagas y enfermedades, tanto de las actuales, que podrían ser más acusadas, como especialmente nuevas plagas, siendo algunas de ellas mucho más dañinas que las actualmente tratadas.

Soluciones:

  • Las soluciones coincidentes se encuentran especialmente en la necesidad de concienciación del consumidor para fomentar el consumo de productos de ámbito local, independientemente de su forma o tamaño.
  • Esta sensibilización debe dirigirse también a los supermercados, lugares donde compra la mayoría de la población, para asegurar la presencia de frutas y verduras de producción locales entre la oferta en sus lineales, y que este origen quede perfectamente visible para todos.

También deben ponerse de relieve los desequilibrios actuales de poder dentro de la cadena, que tiene efectos negativos en la producción primaria donde, de manera indirecta, se está instando a los agricultores/as a producir grandes cantidades, asumiendo que parte de ellos se descartarán en muchos casos por estética.

Evitar las pérdidas y el desperdicio alimentario, uno de los grandes retos pendientes del sistema alimentario español  

Uno de los grandes retos globales es evitar las pérdidas y el desperdicio alimentario, y también para nuestro país, por ello, ambas entidades como miembros del colectivo #LeysinDesperdicio, reclaman al Gobierno la aprobación definitiva de la ley de pérdidas y desperdicio alimentario y se pueda seguir avanzando en la resolución de este problema.


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