Food Relations: cocina de aprovechamiento, interculturalidad y empoderamiento

Food Relations: cocina de aprovechamiento, interculturalidad y empoderamiento

Este mes de julio concluyó la tercera edición del Food Relations, un programa europeo impulsado por la ONG ABD y en el que la Fundación Espigoladors hemos colaborado haciendo talleres de cocina intercultural y de aprovechamiento. El objetivo del programa es la inserción social y laboral de mujeres migrantes y refugiadas en riesgo de exclusión social del barrio de Sants; las actividades se desarrollaron en los fogones de la cocina del recinto de Can Batlló, un espacio referente en proyectos alternativos y de la economía social en Barcelona.

«Nunca había aprendido a improvisar, a fusionar… a encontrar soluciones imaginativas para no tirar comida«.

El reto anual del programa consiste en que las 14 participantes deben cocinar y planificar un «menú fusión» que incluye comidas propios del país de origen de cada una: «Food Relations para mí es un proyecto innovador y diferente, porque algo tan cotidiano como es la comida adquiere una importancia muy grande a la hora de conocer otras culturas como por ejemplo el árabe, que siempre me había llamado la atención pero nunca había tenido la oportunidad de descubrirla«, explica Mariel, originaria de Honduras, mientras prepara unas pupusas, que son unas pequeñas tortillas hechas con harina de maíz y quesillo, un queso muy popular en Latinoamérica. Mientras pasta las pupusas sobre la mesa y las pasa por la sartén, explica que ella es una apasionada de la cocina (y de la historia), pero que en todos los cursos y formaciones que ha hecho nunca había aprendido tantos trucos de aprovechamiento como al Food Relations: «nunca había aprendido a improvisar, a fusionar… a encontrar soluciones imaginativas para no tirar comida. ¡No sabía que se podía hacer paté de las hojas de una alcachofa! Otra de las cosas que me gustan de este programa es que tengo la oportunidad de aportar mis conocimientos y mi cultura a la vez que estoy aprendiendo cosas nuevas«.

Quien también muestra mucho entusiasmo por el intercambio cultural del programa es Guadalupe, originaria de Perú. Tiene 23 años, y aprovecha cada momento para expresar su entusiasmo por aprender nuevas habilidades: «estoy en una etapa de mi vida en la que quiero aprender muchísimo y, en materia de cocina, los talleres del Food Relations me han abierto la mente, hay tantas cosas que no sabía …!«; si bien su madre y su abuela le habían enseñado trucos para aprovechar la comida, no había pensado en el ahorro energético: «Las compañeras nos han dado muchos consejos que ahora aplico en casa y que me permiten ayudar al medio ambiente con gestos tan pequeños como poner a hervir un cazo«. Su aportación al menú es una causa limeña, un plato hecho de patata, pollo y verduras que, según Guadalupe, se inventó después de una guerra y ahora es un símbolo de reunión y concordia que actualmente se consume en celebraciones con amigos y / o familiares.

«Los talleres del Food Relations me han abierto la mente, ¡hay tantas cosas que no sabía…!»


Ambas participantes destacan el vínculo que se ha formado entre ellas y las demás participantes: «agradezco muchísimo la oportunidad de haber conocido a las otras chicas: ¡son estupendas!«, remata Mariel. Más allá de los conocimientos de cocina, las participantes intercambian sus experiencias vitales como mujeres y migrantes llegadas a un país donde desgraciadamente todavía se topan con muchas barreras; todas ellas ahora forman parte de una «familia» en la que las unas cuidan de otras.

Desde Espigoladors nos sentimos muy orgullosas de haber participado en este proyecto y agradecemos infinitamente a Food Relations, ABD y Can Batlló que hayan contado con nosotros en este proceso de empoderamiento y lucha por el aprovechamiento alimentario de estas mujeres valientes y geniales. ¡Esperamos con ganas la próxima edición!

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